Este es un momento muy particular que estamos viviendo en términos económicos porque parecería ser que, lo de la pandemia tiende a encaminarse alrededor de esta expectativa que ha desarrollado la vacuna. Y entonces, aparece esta cuestión histórica del materialismo dialéctico: cuando desaparecen las contradicciones principales, las secundarias aparecen como principales.
Hay que hacer un análisis, que no es poca cosa, porque, viejos nubarrones, nuevos desafíos.
Vamos a hacer una referencia muy ajustada porque no da para profundizar, tendríamos que estar mucho tiempo hablando. Pero vamos a marcar algunas cuestiones centrales en los desafíos que son estos nubarrones, que no va a ser fácil atravesarlos.
En el número 1 tenemos el atraso de las tarifas de los servicios públicos, tiene que ver en algunos casos con la energía y con otros servicios que son tan fundamentales, como las comunicaciones telefónicas e internet.
El Gobierno está dando señales, vamos a ir ajustando de a poco. Las empresas dicen que soportaron demasiado… tensiones que se van a manifestar en esto.
Por supuesto, tanto en energía en nafta o eléctrica, cualquier alteración en el precio tiene reflejo directo en la inflación.
La inflación está despertando, y está despertando en algunos casos con una voracidad que no se corresponde con el momento. Otro de los temas que verdaderamente comenzarán a preocuparnos. No alcanzará con la ley de desabastecimiento, va a requerir del concurso activo de todos los agentes económicos.
Conflictos sociales y reclamos. Forman parte de lo anterior: si hay inflación, también los trabajadores quieren aumento y consecuentemente comenzarán las marchas, de hecho, están programadas para los próximos días marchas de desocupados y de distintos tipos de trabajadores.
Aparece la cuarta cuestión en el marco de negociaciones con el Fondo Monetario Internacional. Uno de los casos concretos es qué paso con los jubilados. Decíamos la otra vez que era absurdo hacer un ajuste semestral y descontar el 5%. Directamente o lo hacen de un semestre enero-junio o trimestral y sacan una discusión estéril del medio. Bueno, ahora hay que explicarle al Fondo cómo es el nuevo acuerdo.
¿El Fondo va a pedir ajuste? ¿Hasta dónde?
Es uno de los temas, que nos lleva al quinto elemento, donde aparece esta cuestión: El diálogo político está muy tenso. Adentro del esquema de gobierno, que es lógico que sea este diálogo, no hay un diálogo de ruptura, pero hay un diálogo muy tenso porque hay posturas radicalizadas en algunos casos.
También con la oposición hay un diálogo verdaderamente preocupante y por si esto fuera poco hay expectativa de devaluación que poco a poco parecería un camino más controlado, pero no deja de ser un camino de tensión en el marco de esta generalidad.