El sector pudo seguir trabajando en cuarentena y fue la solución para empresarios de la industria, petroleros y de la minería. Además, sumó clientes y viajes de familias con altos ingresos.
En Argentina, con ocho meses de vuelos comerciales cerrados, el auge de los viajes Premium fue una de las pocas actividades en crecimiento durante la pandemia.
Los taxis Premium es un servicio de elite, justamente por los costos en dólares que maneja: . Para un vuelo de un avión de ocho personas que van y vuelven en el día, la cotización oscila entre los USD 6.500 y USD 7.500 (ida y vuelta). Un vuelo a Europa no baja de USD 250.000.
Los taxis aéreos tienen la particularidad que no son líneas de vuelo regulares, no emiten tickets ni tienen horarios de salida o de llegada regular a un destino, por lo que tenían cierta libertad para operar dentro de la pandemia y la cuarentena. En ese contexto, y sin vuelos regulares, comenzaron a volverse cada vez más y más atractivas.
En un principio, según explicaron desde una empresa que prefirió el anonimato, “tuvimos mucha demanda de turistas extranjeros que habían quedado varados en la Argentina que pedían volver a Chile o a San Pablo, Brasil, porque de ahí tenían conexiones a sus países de origen”. En la capital del país trasandino había un vuelo diario a Miami y desde la ciudad brasileña se podía conectar con Europa.
“Luego llegó una segunda tanda que fue la de las empresas que necesitaban movilizar gente, como por ejemplo, la industria petrolera y la minera”, explicaron desde la empresa. “Empezaron a contratar servicios para llevar y traer personal de un lugar a otro”.
Un dato no menor es las estadísticas de vuelos del aeropuerto de Neuquén, la puerta de entrada a Vaca Muerta. Según publicó el diario La Mañana de Neuquén durante el primer semestre de 2020, entre Aerolíneas Argentinas y Austral manejaron 1.128 vuelos pero hubo otros 728 correspondieron a los aviones privados.