A principios de año, cuando coronavirus era una palabra extraña, o bien relacionada con la lejana China, la situación financiera a nivel local y nacional era un tema de agenda diaria. El inicio de contagios masivos en el país y la paralización de actividades industriales y productivas, agravó esta situación impactando en la recaudación.
En este contexto los recortes presupuestarios anunciados en el comienzo de la nueva gestión no son suficientes para cubrir la diferencia de ingresos y egresos. Si no se pueden recortar más gastos corrientes y no es posible generar nuevos recursos, dilatar los vencimientos de deuda es una de las opciones recurrentes.
Esta semana el gobernador Gustavo Sáenz y el ministro de Economía Roberto Dib Ashur mantuvieron una reunión virtual con el ministro del Interior Wado de Pedro y funcionarios del gabinete nacional, acordando la reestructuración de 4.400 millones de pesos que la Provincia adeuda a Anses.
Este acuerdo que en papeles no está formalizado, le permitirá a la Provincia contar con 1.600 millones adicionales este año.
“Salta, permanentemente está negociando los vencimientos. Actualmente, mantiene una deuda de 4.400 millones de pesos, cuyo vencimiento opera en este año y en 2021, 2022 y 2023. Particularmente este año vencen, entre capital e intereses 1.669 millones de pesos, y nuestra provincia, como las otras solicitaron en este caso poder negociar estos vencimientos con la Anses para lograr una administración ordenada”, sostuvo Dib Ashur en el parte oficial del Gobierno de la Provincia,
Deuda en dólares
Más complicada es la negociación provincial con los tenedores de deuda en moneda extranjera, si bien el acuerdo alcanzado por Nación abre otra expectativa en este sentido. Puntualmente, son 350 millones de dólares obtenidos para financiar el Plan Bicentenario de la gestión Juan Manuel Urtubey.
La Legislatura salteña aprobó el mes pasado la autorización para encarar esta negociación, teniendo en cuenta que se avecinan nuevos vencimiento y en el estado financiera actual, parece difícil no caer en default si no se logran dilatar los plazos.