En las elecciones más atípicas de los 38 años de su democracia, más de 7 millones de bolivianos concurren hoy a votar en medio de una pandemia.
Para ganar en primera vuelta se necesita obtener más del 50% de los sufragios o el 40 % y una diferencia de 10 puntos respecto al segundo. De haber balotaje, se disputaría el 29 de noviembre.
En las elecciones más atípicas de los 38 años de su democracia, más de 7 millones de bolivianos concurren a votar este domingo en medio de una pandemia y de una alta tensión política por la polarización y la crisis arrastrada desde hace casi un año de una revuelta popular, la caída del expresidente Evo Morales y de un accidentado gobierno transitorio de Jeanine Añez.
Para llegar a este día, los bolivianos han tenido que superar la anulación de las elecciones del 20 de octubre de 2019, por denuncias de fraude, la conformación de un gobierno de transición constitucional, el cambio de fecha tres veces consecutivas por el impacto del coronavirus, 12 días de bloqueos de carreteras en agosto por seguidores del partido de Evo Morales, una campaña electoral con brotes de violencia, confrontación hasta en las horas de veda y advertencias de una posible convulsión después de la votación de este domingo.
Otra de las novedades tiene relación con la cifra de competidores y la composición de la papeleta electoral. Por primera vez en 18 años, en la boleta no estará la fotografía de Evo Morales como candidato a la Presidencia, ya que se encuentra como asilado político en Argentina, tras su renuncia al Gobierno el 10 de noviembre de 2019, en medio de un levantamiento ciudadano por denuncias de fraude electoral.
Hay tres candidatos que disputan con mayor chance los primeros lugares. Luis Arce (MAS), ex ministro de economía del gobierno de Evo Morales, el expresidente Carlos Mesa (CC), que el año pasado consiguió el segundo lugar en las elecciones anuladas por fraude, y Luis Fernando Camacho (Creemos), el nuevo actor de la política boliviana, que el año pasado lideró el movimiento cívico ciudadano que provocó la salida del poder de Morales, después de casi 14 años de mandato.
Los otros dos candidatos con menos posibilidades son Chi Hyung Chu (FPV), el surcoreano nacionalizado boliviano, que en 2019 terminó tercero, y Feliciano Mamani (Panbol), un dirigente sindicalista minero.