Una serie web protagonizada por mujeres desafía el machismo con temas que suelen ser tabú en los países islámicos.
La serie online “Churails” (“Brujas” en urdú) habla de amor lésbico, explotación sexual y hegemonía masculina. Sus protagonistas son mujeres que se vengan del patriarcado en Pakistán, algo sin precedentes que enfurece a los conservadores.
Dos mujeres adineradas y otras tantas representantes del pueblo destrozadas por los hombres abren una agencia de detectives para localizar a maridos infieles, usando como tapadera una tienda de ropa halal (permitida por la religión musulmana). Y acaban derrotando a una organización machista y criminal.
La polémica surgió en las redes sociales por los diálogos de una escena, que molestaron a parte de la audiencia, sobre todo a hombres.
“Tuve que masturbar dos veces al día a un hombre que me doblaba en edad” para que me contrataran, explica la directiva de una empresa en la serie. “Luego tuve que hacer mucho más para ser recepcionista. Después fui estilista. Y por último su esposa”.
Unos tuits incendiarios hicieron que la serie fuese retirada de Pakistán “de acuerdo con una directiva” de las autoridades, según la plataforma de vídeo india que la difunde, Zee5. “Brujas” fue “restablecida” después de que se “trataran” varios puntos problemáticos, añade en un comunicado.
La escena abordaba “una emergencia”, “la explotación de las mujeres en el lugar de trabajo, sobre todo las más desfavorecidas”, asegura Mehar Bano, una de las protagonistas de la serie.
La lista de tabúes rotos por la serie parece interminable: incesto, homosexualidad, alcoholismo … “Quería poner un espejo delante de nuestra sociedad”, explica Asim Abbasi, el director. A través de “Churails”, que solo se difunde online, “quería hacer oír las voces de estas mujeres que nunca había visto ni oído en televisión”.
Pero las imágenes han molestado en un país acostumbrado a contenido aséptico, donde las series suelen construirse en torno a una trama inquebrantable: la relación entre una madre ama de casa y su suegra amargada.
En enero de 2019, el regulador pakistaní llamó a las televisiones a abstenerse de transmitir contenido que no retratara “la imagen de la verdadera sociedad pakistaní”, en particular las “escenas en la cama” o “las caricias”.