Con avances a nivel global, en la Unión Europea se adelantó una reunión para aprobar una vacuna contra el Covid-19, se inició la inmunización en toda Rusia y se espera la inminente autorización de otro antídoto en Estados Unidos.
Estados Unidos volvió a ser noticia central al presentar otro récord de contagios y decesos, pero también al anunciar que el próximo jueves podría estar aprobada una segunda vacuna de laboratorio propio, Moderna, que se unirá a la ya autorizada de Pfizer-BioNTech que comenzó a aplicarse ayer a grupos de riesgo en lo que se avizora como la campaña de inmunización más grande de su historia.
Moderna cuenta con el 94,1% de eficiencia comprobada, aunque reconoció efectos adversos, normales pero no graves, tales como fatiga, dolor de cabeza, muscular y articular e inflamación de ganglios linfáticos.
Anthony Fauci, considerado el principal infectólogo del país y ya formando parte del equipo oficial del presidente electo Joe Biden tras su friccionado paso por el de Donald Trump, hizo un enfático llamado a los ciudadanos que aún desconfían o se muestran escépticos ante la vacunación a que dejen de lado ese temor.
«Sé que muchos desconfían de la vacuna por su rapidez en haberse desarrollado, pero quiero decirles que la velocidad no fue sacrificada por la seguridad, sino que fue reflejo de avances extraordinarios de la ciencia», exaltó.
Fauci aprovechó la ocasión para recomendarle a Biden y a su vice Kamala Harris que se inoculen lo antes posible para estar completamente protegidos cuando asuman el cargo el 20 de enero, y dijo que también debiera hacerlo Trump para «estar doblemente seguro» tras haber contraído la enfermedad y tener que ser internado en octubre.
El Gobierno italiano ultimaba los últimos aprestos para implementar nuevas limitaciones a la movilidad interior y apertura de negocios a fin de evitar una tercera ola del patógeno, mientras que Rusia concluyó con la entrega de su vacuna Sputnik V a toda la población, luego de que su presidente, Vladimir Putin, ordenara dos semanas atrás una inoculación a gran escala.
Japón presentó el mayor número de internaciones desde el inicio de la pandemia y el Gobierno expresó su honda preocupación por los altos niveles de ocupación hospitalaria, mientras que Corea del Sur introdujo el nivel más fuerte de restricciones tras detectar 880 nuevos casos y transitar su peor momento del brote.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, dijo que firmará un decreto para adquirir vacunas, pero, siempre polémico, aclaró que quien decida inmunizarse deberá firmar un compromiso de responsabilidad en caso de sufrir efectos adversos.
La medida fue repudiada por los más prominentes epidemiólogos del país e incluso por la funcionaria Carla Domingues, infectóloga del ministerio de Salud, quien sostuvo que el objetivo de Bolsonaro «es hacer inviable una campaña de vacunación».
Por último, el Gobierno paraguayo anunció una nueva batería de medidas restrictivas en medio de un alarmante incremento de contagios y que estos se disparen aún más en Navidad y Año Nuevo.
El presidente, Mario Abdo Benítez, presentó ante el Congreso una modificación de la ley de uso obligatorio de tapabocas mediante el aumento de multas y cierre temporal o definitivo de locales a los que incumplan con ese medida preventiva.