Durante la séptima jornada compareció, entre otros, un perito de la Policía Federal Argentina que analizó archivos de audio correspondientes a la causa por el abuso de una menor.
El testigo, que es técnico en grabación y posproducción de audios, refirió que se le solicitó determinar el grado de autenticidad de las grabaciones y si en ellas hubo alteración o edición.
En su informe, el perito indicó que dos de los archivos no se podían considerar íntegros porque mostraban evidencias de discontinuidad y de estar compuestos por fragmentos. En el resto de los archivos no había indicios de adulteración, manipulación o edición. El perito señaló, no obstante, que no se podía confirmar o descartar si correspondían a una grabación íntegra. “La ausencia de evidencia para demostrar la edición no significa que no exista dicha edición. Significa solamente que no se pudo comprobar”, sostuvo el técnico.
Consultado por la fiscalía sobre un fragmento del informe donde señala que “se puede afirmar que la grabación mantiene una secuencia lógica tanto en el plano semántico como expresivo”, el perito explicó que esa frase no significaba que no existiera un cambio de contenido con respecto a los eventos sonoros reales. “Se puede editar un archivo y la edición puede hacerse evidente; también se puede editar creando una secuencia semántica lógica”, aclaró.
Consultado por la defensa de Teruel acerca de si se podría afirmar que “existen dudas” acerca de la no adulteración de los archivos, el técnico respondió que no era apropiado usar terminología que pudiera prestarse a una doble interpretación.
Finalmente, el perito manifestó que no podía sostener que los archivos que recibió fueran grabaciones originales puesto que no contó con el soporte que registró el evento acústico en tiempo real.
Cabe recordar que Teruel se encuentra acusado en dos causas diferentes. En el primer expediente llega imputado por los delitos de abuso sexual con acceso carnal continuado, agravado por el daño en la salud de la víctima, en concurso ideal con corrupción de menores doblemente agravada por tratarse de menor de 13 años y por mediar engaño, en perjuicio de I. J. A.
En la causa acumulada, Teruel está acusado, junto a Silvio Ezequiel Rodríguez y Gonzalo Isaac Farfán, por el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por ser cometido por dos o más personas, en perjuicio de P. F. G.
En el primer expediente se incorporó una grabación que I. J. A. realizó durante un encuentro que mantuvo con Lautaro Teruel, en el monumento a Güemes, donde hablan del hecho por el cual él fue denunciado.
Durante la mañana comparecieron, además, una psicóloga del Poder Judicial que entrevistó al imputado Silvio Rodríguez; una asistente social que elaboró un informe sobre el entorno de Gonzalo Farfán; la madre de la denunciante P. F. G., y un amigo personal de los tres imputados.
El juicio se lleva a cabo con tribunal colegiado integrado por los jueces Carolina Sanguedolce (presidenta), María Gabriela González y Pablo Farah (vocales).
En el juicio se ventilan dos casos. Una de las denuncias fue radicada por la madre de I. J. A., el 13 de marzo de 2019. Los abusos habrían tenido lugar en la casa del imputado Lautaro Teruel. La segunda causa se inició por una denuncia radicada el 24 de mayo de 2019. La víctima P. F. G. dijo que el hecho tuvo lugar en enero o febrero de 2014, también en el inmueble de Teruel.