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Huracán ganó un partido para el infarto

Independiente lo ganaba 2-0 pero terminó perdiendo 3-2 frente al equipo de Parques Patricios.

Hubo un partido dentro de otro partido. Apenas pasados los 15 minutos, se fijaron las condiciones definitivas del juego. Independiente lo arrancó ganando 2-0 pero desde ese momento lo pasó a jugar con un jugador menos por la expulsión de Ortega. No le sirvió al Rojo ese handicap conseguido por los goles de Navarro en contra y Messiniti.

De hecho, el equipo de Pusineri jamás tuvo malicia para saberse inferior, al menos numéricamente, de un Huracán lúcido desde el banco de suplentes. Fue a los 31 minutos cuando Israel Damonte pateó el tablero. Mandó a la cancha al veterano Toranzo y al rápido Garro en lugar de Arregui y Bonifacio. El cambio le salió redondo. Aun lento físicamente, la velocidad mental del Pato terminó siendo la llave con la que el dueño de casa empezó a remontar el partido. Huracán cambió rápido la garra de Arregui por el pase de Toranzo. Y pegó dos plenos.

El ex Racing participó en la elaboración del gol en contra de Ayrton Costa (ayudado por Chávez). El descuento, en la última jugada del primer tiempo, terminó siendo un puñal para Independiente. Fue un golpe del que jamás se recuperó. La imagen de Domingo Blanco, pidiendo que terminara el primer tiempo antes del gol, fue el fiel reflejo de lo mal que lo pasó el Rojo.

El Globo pudo haber llegado el empate un rato antes de los 23 minutos del ST. De no ser por una enorme atajada de Sosa y la impericia de Cordero, el 2-2 no debió esperar tanto. Finalmente llegó cuando Toranzo le dio una asistencia milimétrica a al pibe Hezze, recientemente citado a la Sub 20. Con una frialdad asombrosa, enganchó dentro del área y definió tranquilo ante la salida del arquero. Pusineri, en la platea por haber salido tarde a jugar el ST, no lo podía creer. Sabía que ese empate significaba mucho más. A su Independiente no le quedaba resto ni recambio para dar vuelta la tendencia. Ya había pasado su tren cuando ganaba 2-0, se prendió al palo y palo, y pudo haber metido el tercero antes que el empate del Globo.

Con la derrota, el invicto de 13 partidos que llevaba Pusineri llegó a su fin. Con suplentes y pensando en la Copa Sudamericana, pero sufriendo una caída dolorosa por cómo se dio. Y para Huracán, en especial para Damonte, será inolvidable. Fue la noche en que Israel se recibió de técnico.

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