Los informes sugieren que la enfermedad afecta de manera prominente al sistema cardiovascular. Esto denota la necesidad de estudiar a todo paciente que desee retomar el ejercicio físico luego de ser afectado por esta enfermedad.
La enfermedad por coronavirus continúa causando una considerable morbilidad y mortalidad en todo el mundo. Los informes de casos de pacientes hospitalizados sugieren que la enfermedad afecta prominentemente el sistema cardiovascular, pero el impacto general sigue siendo desconocido.
Hasta ahora, el énfasis principal de la investigación ha estado en las complicaciones respiratorias agudas, especialmente en pacientes críticos.
A nivel mundial las enfermedades cardiovasculares constituyen el 31% de las muertes, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Al menos un 80% de esas muertes podrían evitarse si se controlaran los factores de riesgo principales: colesterol elevado, hipertensión arterial, diabetes, tabaquismo, obesidad, sedentarismo y estrés, entre otros.
Para comprender mejor la prevalencia, el alcance y el tipo de secuelas cardiovasculares, un grupo de investigadores del Hospital Universitario de Frankfurt, examinó proactivamente a pacientes con una infección reciente documentada por COVID-19 utilizando marcadores serológicos de lesión cardíaca e imágenes en profundidad altamente estandarizadas con resonancia magnética cardiovascular (CMR).
La investigación alertó sobre una alta prevalencia de secuelas cardiacas post-infección por COVID-19. El estudio, que incluyó a 100 pacientes recuperados de la nueva enfermedad, demostró compromiso cardíaco en el 78% de ellos, así como inflamación miocárdica en curso en el 60%.