La Unión Industrial Argentina (UIA) publicó su indicador de acttividad respecto de agosto pasado y los resultados fueron mejores que los que publicó el Instituto de Estadísticas y Censos hace unos días atrás.
El trabajo de la gremial empresaria señala que la actividad industrial cayó -5,2% interanual y tuvo una caída de -4,7% mensual en la medición desestacionalizada, compensando en parte el rebote que había tenido en julio por subas puntuales en algunos sectores.
En el dato que publicó el Indec hace unos días, la actividad industrial bajó durante agosto 7,1% en relación a igual mes del año pasado, y a la vez tuvo una disminución de 0,9% en comparación a julio.
Con este estimador que publicó, la UIA señala que la actividad se ubicó -8% por debajo de los niveles pre-pandemia (febrero de 2020) y acumuló una baja de -11% respecto a igual período del año anterior.
El informe mensual explica que si bien las tasas de caída “se fueron estabilizando luego de un segundo trimestre con muchas actividades sin poder operar, también se observaron otro tipo de dificultades para producir. En agosto el 43% de los locales operaron parcialmente y otro 3% permaneció sin actividad, de acuerdo a la última encuesta cualitativa de la industria realizada por el INDEC”.
A la hora de explicar esta situación, señalan que la principal causa fue que muchas fábricas “no pudieron contar con el personal necesario por el aislamiento obligatorio (52%) y por la baja demanda (un 25% que declaró estar habilitado para operar, pero no tuvo pedidos durante el mes). A su vez, continuaron diversas dificultades financieras, con la extensión de los plazos de pago de los clientes entre el más preocupante”.
Para los industriales otro rasgo preocupante en esta leve recuperación es que es dispar entre regiones y sectores productivos “lo que explica que el nivel de actividad permanezca debajo de los niveles de febrero”. Por el lado sectorial, la entidad señala que observa “un cambio en los patrones de consumo junto a los bienes considerados esenciales que se vieron menos afectados desde el comienzo de la pandemia”. Por el lado regional, explica que “crece la incertidumbre acerca de la evolución de la actividad en los próximos meses por el aumento de casos en los distintas parte del país”.
En lo que se refiere a los sectores, los considerados esenciales “fue más dinámica durante la pandemia en relación al resto, aunque con cambios en los patrones de consumo hacia bienes de primera necesidad”. En agosto, el sector de sustancias y productos químicos se expandió en términos interanuales +13,3%. En tanto, el sector de alimentos y bebidas, registró una caída de -3,8%, y descontando el complejo oleaginosas la merma se reduce a -1,4%. Dicha caída fue menor a la del resto de actividades y en el acumulado anual registró un leve aumento de +0,7% (+2% descontando el complejo oleaginosas).
Por otro lado, hay sectores que mejoraron su desempeño luego de las “reaperturas paulatinas pero siguen afectados”. Es el caso de la producción metalmecánica (-2,1%, con subas interanuales en maquinaria agrícola, carrocerías y remolques y equipamiento médico), minerales no metálicos (-3,2%, al reactivarse la construcción en casi todo el país), caucho y plástico (con una merma más moderada de -3,7% gracias al mejor desempeño de manufacturas de plástico), la industria automotriz (-16,2%, por un derrumbe en las exportaciones, compensadas por cierta recomposición de la demanda interna frente a la brecha cambiaria), y papel y cartón (-4,1%, siendo la producción de papel tissue la más dinámica y la de papel de diario la que más se contrajo).
Por último, el informe de la Unión Industrial Argentina señala que hay rubros que continúan perjudicados con una muy baja actividad. Estas son las las industrias metálicas básicas (-28,5%, principalmente por la caída en los tubos de acero sin costura y por la menor producción automotriz durante el mes mientras otros tipos de aceros presentan recuperaciones producto del repunte en la construcción), la electrónica (-47,3% por una fuerte caída en celulares, televisores y acondicionadores de aire), y los productos textiles (-19,4%, afectados por el cambio en los patrones de consumo junto a las restricciones a la movilidad que afectaron la demanda de bienes finales de indumentaria).
Un dato alentador es el que se refiere a a las exportaciones. Los industriales empiezan a observan una recuperación de Brasil. En agosto, las exportaciones industriales volvieron a caer un -26% interanual, principalmente por la menor demanda de Brasil (-31,6%), aunque de acuerdo a datos de septiembre las ventas externas a ese país cayeron -8,7% interanual, la menor caída desde diciembre.
Respecto a septiembre, los primeros datos muestran una nueva mejora, especialmente en algunos sectores, pero con niveles todavía bajos. La producción de autos (+16,2%) y despachos de cemento (+10,1%), continúa positiva producto de la elevada brecha cambiaria. A su vez, la demanda de energía continuó disminuyendo la caída interanual (-8%) según CAMMESA. Mientras que la mayor apertura de actividades en el ámbito de AMBA impactó positivamente en distintos sectores, persiste la incertidumbre por la mayor cantidad de contagios en diversas zonas del país.
Para la UIA la actividad industrial acumula una caída de 11% anual
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