El Ministerio de Salud informó que ingresará una primera partida de tratamientos, que se distribuirá según la demanda de cada hospital público. Se trata de un tratamiento que no ofrece garantía de eficacia, además su aplicación no es recomendada por varias instituciones con prestigio.
El uso de ibuprofeno sódico inhalado a través de nebulización está reservado a personas internadas que no requieran asistencia respiratoria mecánica.
Su administración requiere el expreso consentimiento informado del paciente, por eso, la institución sanitaria debe informarle que no existe garantía demostrada de eficacia, ni conocimiento de los efectos adversos.
El ibuprofeno inhalado es una sustancia química, que en el caso de administración a pacientes con coronavirus, no completó los pasos previos que requiere un producto para uso terapéutico por parte de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT)
La cartera sanitaria también reitera que el producto no es de venta al público, no se toma y sólo se usa de manera experimental en pacientes con cuadro moderado o grave. Además, para su administración debe mediar prescripción médica, ya que hay contraindicaciones que se deben evaluar según cada paciente.
La Provincia ya adquirió al laboratorio Química LUAR SRL, una partida inicial. La distribución a los hospitales públicos se hará a través de la Dirección de Farmacia y Esterilización, de acuerdo con los pedidos que expresamente se eleven.
Cada unidad de la fórmula vendrá etiquetada con la leyenda “Ministerio de Salud Pública. Uso Exclusivo Institucional”, para identificar, controlar y asegurar que se trata del producto autorizado por la cartera sanitaria provincial.
Las instituciones privadas, que también están autorizadas a realizar el tratamiento, deben gestionar la provisión directamente con el laboratorio productor.
Reservas
Al margen de no estar avalado por la ANMAT, la administración de ibuprofeno inhalado es resistido por otras instituciones que no recomiendan su administración, primero porque no existen pruebas científicas que comprueben su eficacia; también por los efectos adversos que puede originar teniendo el conocimiento sobre la aplicación en otras patologías.
La Sociedad Argentina de Terapia Intensiva y la Red Argentina Pública de Evaluación de Tecnologías Sanitarias se pronunciaron al respecto poniendo en duda su eficacia y advirtiendo los efectos secundarios que puede aparejar para el paciente.