Esta semana los chicos de Alegre Distopía traen para compartir sus impresiones sobre una película danesa multipremiada: “Otra ronda”. Drama del 2020 dirigido por Thomas Vinterberg y protagonizado, muy logradamente, por Mads Mikkelsen (Martin), Thomas Bo Larsen (Tommy), Lars Ranthe (Peter), Magnus Millang (Nikolaj), entre otros tantos. La misma se encuentra disponible en Netflix.
Su trama desplegará las actividades laborales y personales de cuatro docentes quienes sustentarán sus días poniendo en práctica la llamativa teoría del psiquiatra Finn Skårderud. Según sus preceptos, existe en las personas un contenido faltante de 0,5 % de alcohol en sangre, situación que, si es remediada por decirlo de alguna manera, hace a los mortales más creativos y relajados.
Entre los dilemas que se generan en las rutinas cotidianas de las personas están aquellos que tienen que ver con el sentido de la propia existencia. Martín, un profesor de la escuela media, sufrirá este flagelo. Estará contrariado por la falta de sólidos fundamentos que otorguen sentido a sus días tanto laborales como personales. Su actividad dentro del aula no sólo sufrirá una absurda monotonía sino innumerables críticas de la comunidad estudiantil. Este personaje encontrará en la bebida alcohólica el toque necesario para motivarse y tapar los baches de su fantasmal y mediocre labor como educador. A ella también acudirán algunos colegas amigos que se encuentran atravesando esa crisis existencial o algunos deslices familiares como el caso de Nikola (ha sido padre recientemente y las actividades hogareñas lo tienen 24/7 al pendiente de las mismas), Peter (profesor contrariado por la apatía de sus estudiantes y una vida poco movida) y Tommy (un docente solitario y poco creativo)
Todos ellos condimentarán su rutinaria práctica didáctica con el elixir alcohólico necesario. Sus rendimientos comenzarán con grandes resultados, pero a medida que la ingesta aumente y sobrepase su gradación aparecerán algunos deslices complejos. Uno de ellos será la dependencia a la bebida, más cerca del alcoholismo que la motivación. Allí se producirá la evasión extrema y lo que una vez llegó a ser un primer paso para mejorar se convertirá en una especie de adicción. Tommy tendrá intervenciones muy logradas en sus clases de fútbol, pero su vida seguirá siendo triste y solitaria, Martin disfrutará de su familia estando sobrio, pero el alcohol no curará todo un pasado hibrido, sin sentido y poco afectivo; los días de borrachera de Nikolaj solo traerán innumerables conflictos con su pareja.
El alcohol podrá ser un gran motivante pero nunca dará las soluciones indispensables según esta proyección. En la reconstrucción general de la idea que persigue la película, la gran medicina de la vida será nada más y nada menos que el amor. Nada más importante que éste, el mayor fundamento de la propia existencia humana. No en vano el film comienza su andar introduciendo una cita directa y transparente del filósofo danés Soren Kirkegaard: ¿Qué es la juventud? Un sueño ¿Qué es el amor? El contenido de un sueño y culmina con un glorioso baile de Martin festejando la vida y el amor, junto a los jóvenes recientemente egresados.
“Otra ronda” es un film interesante que utiliza a la bebida, el chupi, el trago como un gran disparador y análisis del propio ser. También pone sobre la mesa y visibiliza su enorme consumo. La construcción de su universo se complementa con una artística y fotografía digna de esas grandes películas.
Si estás dispuesto a ver una película diferente y te interesó todo lo que te comenté más arriba, la invitación está realizada.
Hasta la próxima estimados y estimadas.
Por Javier Dávalos para Alegre Distopía, un programa de música, literatura y artes varias que imprime una mirada irónica y humorística a estos tiempos distópicos. Escuchalos todos los viernes de 22 a 00 horas por Radio Nacional Salta – AM690 o FM 102.7