Superdios Gabriela Saidon

Reseña: SuperDios. La construcción de Maradona como santo laico de Gabriela Saidon

Gabriela Saidon es licenciada en Letras (UBA), periodista, escritora, editora free lance y tallerista. Publicó La montonera. Biografía de Norma Arrostito (2005- 2011), Cautivas (2008), ¿Qué pasó con todos nosotros? (2007), Santos ruteros. De la Difunta Correa al Gauchito Gil (2011), Memorias de una chica normal (tirando a rockera) (2014), La reina. El gran sueño de Belgrano (2020) entre otros.

“Maradona no nació (ni murió) santo: fue construido en vida. En eso radica la similitud con el resto del santoral popular, pero también la diferencia: Maradona es un santo canonizado antes de morir” (11)

En “El ensayo como forma”, Adorno cita a Max Bense: Escribe ensayísticamente (…) el que compone experimentando, el que vuelve y revuelve, interroga, palpa, examina, atraviesa su objeto con la reflexión, el que parte hacia él desde diversas vertientes y reúne en su mirada espiritual todo lo que ve y da palabra a todo lo que el objeto permite ver bajo las condiciones aceptadas y puestas al escribir.

Esta cita nos permitirá indagar sobre la forma de “SuperDios”. Gabriela Saidon propone al lector una especie de “Working Progress” donde la escritura dibuja un gran mural o mosaico. Parece que escribiera en una gran pizarra o pantalla digital en la cual enuncia sus hipótesis, establece sus definiciones, arma una secuencia narrativa (la “Diagea” al estilo, por ejemplo, de la “Odisea”), pero sobre todo establece relaciones, expone su archivo, nos reenvía a otras lecturas, a otras figuras literarias, míticas e históricas. Cita o trae a su escritura referencias a materiales diversos como documentales, entrevistas, fragmentos de programas de deportes, de Wikipedia, tuits, publicaciones de Instagram, etc. Escribe un gran hipertexto en el cual introduce referencias como si fueran links para que el lector complete, si esto es posible, el gran texto o mural que va armando el libro.

En este gran mosaico, en este aleph maradoniano están puestas o expuestas tanto la cultura “alta”, “académica” -Aristóteles, Campbell, Austin, el trabajo de antropólogos argentinos- como la popular y massmediática: fotos, videos, canciones, la serie de Netflix “Un juego de caballeros”, los superhéroes como Batman, Superman (como extraterrestre, por su fortaleza, pero también en relación a su debilidad: la kriptonita), Flash, programas de deportes con esa especie de “sacerdotes” que son los periodistas, los primeros en ir construyendo a Maradona como “santo”, como “Dios”, ya que como dice Gabriela Saidon no se nace santo, se construyen.

A su vez, hay una especie de inmediatez que, como decíamos, pareciera que el lector asiste a una performance, al devenir del pensamiento, de la escritura a partir de la cual la escritora va construyendo y deconstruyendo la figura de Maradona, de “santa Maradona”.

Por otra parte, en una tradición del genero ensayístico, también se inscribe como sujeto, se muestra interpelada por su objeto y el libro, como dice en varias ocasiones, resulta un “potlach”, una ofrenda a “D10s”. En este sentido, también nos hace pensar en la acumulación, en la saturación que podemos observar en los distintos altares de los integrantes del “santoral popular argentino”.

En esas “verdaderas fábricas de santidad” que son la Argentina, Italia pero también Latinoamérica, el libro indagará lo que sacralización de Maradona tiene en común con otros santos como Víctor “El frente” Vital, Gilda, El gauchito Gil, Evita, La Difunta Correa, pero también lo que es excepción, sobre todo, su carácter ya no local sino global que lo acerca a Lady Di.

Uno de los tropos más usados es la sinécdoque, que en general, remite al cuerpo: corazón, tobillo, mano (de Dios), que también establecen links con las manos de Perón, el talón de Aquiles, etc. A su vez, se introducen analogías con la mitología griega: Zeus, el Ave Fénix e Ícaro y se establecen relaciones con procesos, no solo de canonización, sino históricos- políticos: el peronismo, la revolución cubana, la dictadura militar, la guerra de Malvinas.

En cuanto a la secuencia narrativa podemos referirnos a la selección, ordenamiento e interpretación de algunos acontecimientos en la vida de Maradona a partir de las etapas que Joseph Campbell establece “El héroe de las mil caras” (1949). En este sentido, para Saidon la previa la previa al “cruce del umbral” transcurre en 1981 cuando gana en Boca Juniors el Metropolitano, y el cruce es cuando llega a Europa, primero a Barcelona, pero sobre todo en el Nápoles donde comienza el “ascenso del héroe”, que tendrá su punto más alto en el mundial del 86, primero con el gol de “la mano de Dios”, su primer milagro que “fue un acto de justicia divina, popular y poética, todo junto y en un instante que se eternizó. Que lo hizo inmortal aún mortal, es decir, en vida” (83). Luego con el “gol del siglo” ambos frente a los ingleses. Si Maradona era un santo, ahora “se vuelve Dios”. Sin embargo, se trata de un ascenso que a partir de Aristóteles trae como contraparte la caída propia de los personajes trágicos. Ascenso y caída, muerte y resurrección son puntos a partir de los cuales la autora va armando e interpretando la “Diagea”. Caída que sucede en el 94, el día del “doping positivo por efedrina” y del “Me cortaron las piernas” que inaugura “la producción de frases célebres, inolvidables” entre las cuales destaca las dichas en el 2001 en el partido de homenaje: “Yo me equivoqué y pagué, pero la pelota no se mancha”.

Por último, también Saidon revisa los posicionamientos desde los feminismos o, por lo menos, las posturas que, sobre todo, se expresaron en redes y notas a partir de la muerte de Maradona. Por un lado, “las que se posicionaron desde una mirada de género condenatoria”, por ejemplo, Lala Pasquinelli y, por el otro, “las que pidieron respeto por el duelo”. Para la autora, sin embargo, lo más importante son las nuevas lecturas que se inauguraron, por ejemplo, en el libro colectivo “Todo Diego es político” (2020/2021) que contiene diez artículos de autoras argentinas. Además de las notas de Marian Iglesias (“Diego, la infancia y el pueblo”) o de Mariana Carbajal (“Diego y los feminismos”) entre otras.

Quien lea “SuperDios” se enfrentará a una “lluvia de setecientos espejos” como decía Cortázar en relación a la novela “Adan Buenosayares” de Marechal. Este libro es en palabras de la propia autora “Un altar collage de imágenes propias y ajenas. Un altar de palabras, de libros leídos, de documentales, películas, artículos y textos académicos. Un altar de links” (218)

SuperDios. La construcción de Maradona como santo laico, Gabriela Saidon
Editorial Capital intelectual
2021: 224 páginas.

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