El ministro del Interior compartió su historia personal en una jornada para concientizar sobre la disfluencia organizada por el diputado salteo, Omar Exeni.
El ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, participó de manera virtual de una charla con más de 100 niños con disfluencia en el marco de un Congreso de Tartamudez organizado en Salta y que buscaba concientizar y sensibilizar a la sociedad sobre ese problema en el habla, una condición que posee el 1% de la población mundial.
Dijo que él “no es un ejemplo de superación” y reconoció que “no sabe si esto se puede superar”. Y agregó: “Me empecé a superar cuando comencé a aceptarme”. Al comenzar, el funcionario se quebró. “Es medio difícil cuando uno es el protagonista, y más siendo padre. Me cuesta mucho”, dijo con un hilo de voz.
El encuentro se realizó en la sede del gremio gastronómico Uthgra de la capital provincial y, durante el mismo, se trataron distintas iniciativas legislativas, como la recientemente sancionada ley que creará un consultorio público con profesionales para chicos con tartamudez de autoría de Omar Exeni.
Muchas gracias por el acompañamiento, Wado. Tu testimonio fue una inspiración para los chicos y para todos los que convivimos con la dinsfluencia. Todos debemos trabajar por una sociedad más justa y solidaria. https://t.co/AYL37aXBr3
— Omar Exeni (@OmarExeniok) December 15, 2021
De Pedro compartió ante los niños su historia personal y la su desarrollo profesional, marcado por el esfuerzo para superarse. Reconoció De Pedo que fue víctima de discriminación. “Pasamos las situaciones en las que nos enfermamos o nos faltaba el aire el día de una lección de lectura”, dijo, y aconsejó: “Primero, la aceptación. Somos lo que somos. El heladero tendrá que esperar a que le diga los gustos que quiero hasta que me salga. La tartamudez no nos define. Somos personas”.
En julio de 2021, el titular de la cartera de Interior llamó a la reflexión sobre esta condición a partir de su participación en un programa especial en Telefé Noticias, donde dio detalles de los obstáculos que debió atravesar en su vida producto de la dificultad en el habla.
”Cuando era chico me costaba pedir helados, pedir la comida, o tocar el portero eléctrico de la casa de un amigo. Después, de adolescente, es dificultoso no poder hablarle a la chica que te gusta”, recordó en ese momento De Pedro, hijo de desaparecidos por la última dictadura cívico-militar. Y añadió: “Toda la vida cambia a raíz de la tartamudez. Cambia si te hacen bullying en la escuela, cambia si el entorno no te da el tiempo para terminar una frase o una palabra”. No obstante, reflexionó que “la dificultad en el habla me generó una empatía con todas aquellas personas que tienen algún problema”.