Son trabajadores precarizados que se desempeñan en el hospital San Vicente de Paul.
Trabajadores que se desempeñan en el hospital San Vicente de Paul, cabecera en el departamento Orán, reclaman condiciones dignas de trabajo, tanto en materia de insumos y edilicias, pero también por la situación contractual que los vincula al sistema de salud desde hace años.
Recientemente, realizaron una caravana, acompañados de sectores gremiales, y anticiparon que de no encontrar respuesta favorable en el Gobierno provincial, las medidas serán más duras llegando a corte de rutas.
La referente de ATE, doctora María Julia Pizola, se manifestó destacando el acompañamiento que tiene, mencionando a dirigentes locales como el diputado provincial opositor del Frente de Todos, Iván Mizzau. Piden que 30 personas que fueron despedidas regresen a sus puestos.
«Llevamos tres semanas de reclamo intenso, segunda semana de acampe aquí afuera del hospital, estamos pidiendo que desde el Ministerio de Salud se nos escuche. La última vez que vino el ministro a nuestra ciudad, no trajo respuesta, es más, el mismo Gerente desconoce la problemática», agregó Pizzola.
La referente gremial sostuvo: «Los trabajadores precarizados vienen prestando servicios desde el 2004, aquí en el hospital tenemos 9 que necesitan ser escuchados. Vamos a esperar una solución positiva, sino saldremos a hacer corte de ruta y posterior acampe en el Grand Bourg, en Salta capital».
La dirigencia de ATE y los trabajadores precarizados decidieron, hace dos semanas, instalar nuevamente la carpa de la salud para visibilizar la lucha contra las promesas incumplidas del Estado provincial.
Pizola explicó que «llegaron 126 contratos y los que trabajan en condiciones precarias eran 156, o sea que 30 trabajadores no quedarán contratados y algunos de ellos trabajan hace muchos años. Sin embargo, entre los contratados hay algunos que ingresaron hace apenas unos meses».
Por esta situación es que los trabajadores del Programa de Equipos Comunitarios (PEC) que vienen precarizados desde hace más de 10 años, junto a los trabajadores de Tinku, los monotributistas y los de contratos COVID, se unieron para reclamar a la Provincia que atienda de forma urgente sus reclamos.