Los desafíos del turismo apuntan a la sostenibilidad, la responsabilidad social empresaria y la recuperación de la confianza del viajero al paradigma emergente.
Armar valijas, hacer el check in, tomar un avión, viajar en tren o comer un plato típico en alguna ciudad turística, son sólo algunos de los hábitos viajeros que quedaron truncos por la pandemia de Covid-19. Este brote paralizó al mundo y el turismo es uno de los rubros económicos más afectados. Es por eso que este escenario nos obliga a replantear y rediseñar el paradigma turístico para su reapertura pos pandemia.
El turismo representa en Argentina el 6% del PBI y genera 5.200.000 millones de dólares en divisas por año. Según datos publicados recientemente por la Asociación Argentina de Hoteles, esta industria da trabajo a un millón y medio de familias, otorgando un valor agregado que la pondera aún más, ya que no sólo impulsa y genera crecimiento en la economía regional, sino que también hace que los países prosperen a gran escala.
Esta crisis sin precedentes genera una gran incertidumbre en cuanto a la vuelta del funcionamiento de establecimientos turísticos, hoteleros y gastronómicos; y su destino pone en juego permanentemente la realidad de las personas que viven del rubro y la de regiones que dependen en gran medida del sector.
Si bien no hay certezas de cuándo será la reapertura, es un momento propicio para la elaboración de un nuevo modelo que pueda adecuarse a las lecciones que nos dejará la pandemia y que pueda dar respuesta a un turista que será más exigente en materia de sustentabilidad, seguridad e higiene.
¿Cómo debería rediseñarse el turismo en este escenario?
Para esta inauguración, la Organización Mundial del Turismo (OMT) anunció su visión al respecto y plantea la necesidad de emerger más fuertes, resilientes; la clave del compromiso para que esta nueva etapa se convierta en un punto de inflexión para la sostenibilidad. Para lograrlo, se deberá apoyar al desarrollo y la implementación de planes de recuperación, que contribuyan a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Las recomendaciones basadas en seguridad y sustentabilidad parten de la experiencia intersectorial del Comité de Crisis para el Turismo y serán los cimientos del nuevo esquema de trabajo. Otro de los puntos fundamentales para este reto común es la cooperación entre diferentes organismos, actuando con decisión. Un ejemplo es el acuerdo que desarrolló la OMT con Google, quienes intensificaron su alianza para aprovechar la innovación y la transformación digital, generando así nuevas oportunidades en la etapa de recuperación.
Por su parte, el Consejo Mundial de Viajes y Turismo, presentó un protocolo para inagurar la vuelta del turismo, que pretende generar la confianza entre los consumidores para viajar de manera más segura. Estas medidas fueron diseñadas por representantes del sector de todo el mundo, basados en evidencias médicas y de acuerdo con las normas establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de los Centros para la Prevención de Enfermedades.
El protocolo establece: limpieza profunda, distanciamiento social con marcadores visuales especiales, uso de máscaras faciales, fomento de mapas digitales, gestión de filas, menús electrónicos, compras virtuales, pagos sin contacto, recibos por correo electrónico y wifi gratuito. Todavía se están evaluando protocolos específicos para la industria de la aviación y cruceros.
Hoy, el desafío de los empresarios turísticos, apunta al desarrollo de herramientas innovadoras que garanticen seguridad al turista con una nueva mentalidad que incluya el cambio en su manera de consumir.
La Asociación Empresarial Hotelera de Madrid (AEHM) actualmente se encuentra trabajando para la obtención de un nuevo certificado post pandemia: “Hoteles COVID Free”, que garantice la seguridad de los clientes y trabajadores de los establecimientos madrileños.
La sustentabilidad como protagonista
En este contexto, la sustentabilidad toma también protagonismo, siendo uno de los ejes de acciones que pretenden reconstruir el sector turístico. Entre las opiniones destacadas, el Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, advirtió acerca de la necesidad de una reconstrucción segura, equitativa e inocua para el clima. Las emisiones de gases de efecto invernadero realcionadas con el transporte, podrían repuntar considerablemente si la recuperación no se ajusta a los cambios climáticos. Prestar apoyo a millones de medios de subsistencia que dependen del turismo significa crear una experiencia de viaje sostenible y responsable, que sea segura tanto para las comunidades anfitrionas como para los trabajadores y los viajeros.
Para la reactivación del turismo en Argentina y el mundo entero se necesita de la responsabilidad social empresaria del sector. Mitigar los impactos socioeconómicos de la crisis; fomentar la resiliencia en toda la cadena de valor del sector; maximizar el uso de la tecnología; promover la sostenibilidad y la ecología; y formar alianzas que contribuyan al cumplimiento y desarrollo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, constituyen el gran desafío del turismo post pandemia.
Queda claro que será imprescindible el compromiso colectivo de los actores dispuestos a consolidar cada destino como ciudad sustentable, apostando a componentes de calidad, la preservación del medio ambiente y patrimonio. La actividad del turismo no sólo conecta a las personas, sino que permite conocer distintas riquezas culturales y naturales, acerca a comunidades y pueblos entre sí. La reactivación gradual, efectiva y exitosa, será responsabilidad de todos.
Mitigar los impactos socioeconómico de la crisis; fomentar la resiliencia en toda la cadena de valor del sector; maximizar el uso de la tecnología; promover la sostenibilidad y la ecología; y formar alianzas que contribuyan al cumplimiento y desarrollo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, constituyen el gran desafío del turismo post pandemia.
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