Uno de los entrenadores de arqueros había arrojado resultados positivo, por lo que la institución decidió suspender los entrenamientos grupales y realizar test masivos. Hay incertidumbre sobre el estado competitivo en que llegarán los equipos argentinos a disputar sus competencias internacionales.
River Plate, al igual que Boca Juniors montó una burbuja sanitaria para proteger al plantel de contagios por Covid-19, por ahora con mejores resultados. El plantel está concentrado el plantel para agilizar los tiempos de cara al reinicio de la Copa Libertadores.
Luego de conocerse que el entrenador de arqueros Adrián Olivieri tiene coronavirus, se decidió suspender los entrenamientos grupales y realizar test masivo a los jugadores, por ahora con resultado negativo.
Tras la primera tanda de hisopados, el club de Núñez anunció que todos los futbolistas, integrantes del cuerpo técnico y empleados del River Camp dieron negativos. Una de las ideas que baraja la institución es la de continuar de la misma manera hasta el jueves, cuando se realizarán una nueva tanda de testeos PCR.
Vale recordar que Adrián Olivieri (entrenador de arqueros de la Reserva que estaba con el plantel de Primera en lugar de Alberto Tato Montes) presentó síntomas compatibles al coronavirus por la mañana del jueves (tuvo fiebre) y fue removido de la burbuja sanitaria para realizarle un hisopado, el cual determinó que había sido infectado con el virus Covid-19.
Ante este cuadro de situación, toda la comitiva millonaria quedó aislada en el Holiday Inn de Ezeiza (cada uno en una habitación individual -quedaron inhabilitados los lugares comunes y les llevarán la comida a sus habitaciones). No obstante, se creó un “corredor seguro” para que los futbolistas puedan realizar algunos ejercicios. Sin utilizar ascensores ni abrir ninguna puerta, los jugadores realizaron ejercicios de reactivación, abdominales y trabajos con bicicletas fijas.
El equipo comandado por Marcelo Gallardo comenzó esta “burbuja” el pasado lunes, con la intención de realizar prácticas de fútbol formal, con la intención de llegar de la mejor manera al duro compromiso del próximo 17 de septiembre ante San Pablo en Brasil. Cinco días después deberá tomar nuevamente un avión para enfrentar a Deportivo Binacional de Perú (finalmente se jugará en Lima y no en la altura de Juliaca -3.825 metros-). Luego, el 30 recibirá a San Pablo y cerrará su participación el 20 de octubre ante Liga de Quito como local. Estos dos últimos compromisos se llevarán a cabo en el estadio Libertadores de América de Independiente, ya que el Monumental se encuentra en plenas reformas.