Si bien abril y mayo fueron meses críticos para las arcas provinciales, en relación al año pasado continúa la merma en la recaudación estimada a principio de año por la Dirección General de Rentas. El Ministerio de Economía calcula que $8.000 millones dejó de percibir en conceptos de ingresos.
La mayor porción de los ingresos provinciales corresponden al impuesto por ingresos brutos a las actividades económicas y entre ellas la que más tributa es el comercio. La Cámara de Comercio e Industria viene alertando sobre una leve reactivación del sector luego de los parates de marzo, abril y mayo.
Ante la falta de recursos propios, la Provincia depende de la asistencia directa o indirecta de Nación. El pago del IFE, cuyo tercer pago comienza mañana, contribuye a reactivar la economía local ya que estos recursos van directamente a consumo.
Panorama incierto
Las expectativas para lo que resta del año dependerá de la evolución de la pandemia, las nuevas medidas tomadas por el Comité Operativo de Emergencia de cierre comercial y gastronómico los días domingo, no solo causó malestar en los sectores afectados, sino que impactará directamente en la recaudación. En Capital muchas familias aprovechan este día para hacer compras o reunirse en algún local para el almuerzo, debido a que no están permitidas las reuniones familiares.
Si continúan las restricciones el impacto tributario será mayor, en una economía de por sí, que como en todo el país viene golpeada por el bajo nivel de la actividad industrial y comercial.
El ministro de Economía Roberto Dib Ashur mantiene contacto permanentes con funcionarios nacionales buscando el apoyo financiero, ya que las provincias no tienen potestad para imprimir dinero, como lo está haciendo el Tesoro Nacional.
La semana pasada el gobernador Gustavo Sáenz tuvo una reunión virtual con el ministro del Interior Wado de Pedro para renegociar una deuda de $4.400 millones de pesos que mantiene la Provincia con la Anses.